Ahí es nada, querer concretar y definir el concepto mismo de cultura. Una tarea difícil, complicada y probablemente inalcanzable. Sin embargo si hay algo que necesite la Gestión Cultural es delimitar ¿qué es la cultura? pero no cualquier cultura, sino un concepto de la misma que sea útil y eficaz para el ejercicio profesional de gestoras y gestores. En el ya varias veces citado y comentado en este Blog Manual Web de apoyo a la Gestión Cultural Atalaya se ha optado por no tener miedo y afrontar ese riesgo. Pero no valía cualquiera para esta labor y con muy acertado criterio, a mi entender, se le encargó la tarea a Pedro A. Vives al que podréis ver y escuchar en este enlace en animado diálogo con Chus Cantero, otro grande del oficio. Pedro es un historiador especialista en Historia de América y además un gestor cultural de los de primera generación, posee una amplia experiencia en cooperación internacional y es una de las personas que más ha reflexionado y escrito sobre gestión y políticas culturales. Estamos ante un texto profundo, bien asentado y que nos hace meditar sobre el núcleo mismo de nuestro oficio. Sólo os deseo que dediquéis un buen rato a esta muy necesaria lectura.
La Cultura, como el amor, no posee la capacidad de exigir. No ofrece garantías. Y, sin embargo, la única oportunidad para conquistar y proteger nuestra dignidad humana nos la ofrece la cultura, la educación liberal. Italo Calvino
jueves, 31 de julio de 2014
martes, 29 de julio de 2014
Un Mapa Conceptual
El otro día comenté brevemente el Manual Web de apoyo a la Gestión Cultural del Observatorio Atalaya y por vuestra visitas sé que ha sido un tema de éxito. Pero el manual da para mucho, el trabajo de treinta y seis personan cualificadas nos ha dado sin duda el manual más completo editado hasta el momento en España. Hay una cuestión que me llena de bastante orgullo y es que el impulso y el núcleo de este manual es andaluz y desde lo público. Andaluz porque es una iniciativa de las universidades andaluzas que trabajan en conjunto en el Observatorio Atalaya y público por el carácter de las mismas. Igualmente señalar que sin el apoyo económico de la Junta de Andalucía, en concreto de la Dirección General de Universidades, y no es dorar la píldora sino dar a cada uno el mérito que le corresponde, ni más ni menos. Obviamente, en consonancia con el carácter andaluz, el proyecto estuvo abierto a la participación de personas de otros lugares de España, lo que lo enriquece y da valor.
Hoy quiero destacar una de sus partes esenciales el Mapa Conceptual de la Gestión Cultural en el que de un solo vistazo podemos encontrar sintetizado, ordenado y conceptualizado todo el manual. Gracias a esas cosas de las tecnologías puedes acceder a aquel concepto, capítulo o tema que te despierte el interés o necesites consultar. Obviamente hay un índice tradicional, al estilo gutenbergiano, para lo menos digitalizados. El mapa nos permite facilidad de comprensión y facilidad de acceso. Bueno que disfrutéis de la reflexión en torno a la Gestión Cultural, que habemos gente pa tó.
sábado, 26 de julio de 2014
Manual de Gestión Cultural
Voy a escribir poco porque hay muchas palabras interesantes que leer. Probablemente muchos pensáis que esto de la Gestión Cultural es un trabajo leve, que necesita sólo algunas lecturas ecogidas y un poquito de sensibilidad. Sin embargo os puedo asegurar que es una profesión seria y bastante dura. Trabajas con los símbolos de las sociedades y las personas, con la inquietud de los artistas, con los deseos de los públicos, con las voluntades del poder político, con las voces de los críticos, con elementos muy inestables. Por ello es una profesión seria... y divertida vista desde el paso del tiempo. Me ha dado muchos momentos memorables, algunos amargos y el modo de ganarme la vida. Este invierno tuve el privilegio de trabajar en un proyecto inmenso y cargado de ilusiones y esperanzas, el Manual Web de apoyo a la Gestión Cultural del observatorio Atalaya de las universidades públicas de Andalucía. Más de treinta y cinco profesionales, académicos, creadores, expertos han trabajado en la redacción de este manual. Un trabajo de libre uso y consulta. Creo que es un buen trabajo y que era muy necesario para los gestores. Es el principio, es mejorable y será revisable, pero ya está escrito, a partir de ahora a continuar construyendo conocimiento para la Gestión Cultural. Y no se me olvida lo esencial, el ser agradecido, agradecer a mi buen amigo Antonio Javier González que impulsara y dirigiera este proyecto. Y que contara conmigo.
Navegad por el Manual, hay de todo.
viernes, 25 de julio de 2014
El espíritu del Doce
El pasado lunes 21, mientras me encontraba perdido en las montañas de la Andalucía Oriental, se publicó este artículo mio en el Diario de Cádiz. Os lo dejo para que lo leáis con reposo. Se admiten comentarios.
Todos
aquellos que tuvimos que trabajar de alguna manera en aquel acontecimiento que
se llamó el Bicentenario, el Doce o simplemente la Pepa, creo que compartimos
una cierta sensación de frustración y de objetivos mal cumplidos. La celebración
del bicentenario de la constitución de Cádiz no fue redonda, ni para Cádiz como
ciudad ni para el conjunto de nuestra nación. Muchas fueron las causas y seguro
que muchas las responsabilidades a repartir. Sin embargo no es eso lo que más
interesa en estos momentos, opino que ya es hora de volver a tomar impulso como
ciudad y de dibujar qué y cómo queremos ser en el futuro más inmediato y a
largo plazo.
Hace
pocos días visitó nuestra ciudad un gran experto en desarrollo de las ciudades
desde la perspectiva de la cultura y la creatividad. Invitado por la
universidad para un curso de verano ofreció una extensa e intensa conferencia
sobre ciudades creativas y sobre el patrimonio y la cultura como pilares del
desarrollo territorial. Tuve la ocasión de charlar en extenso con él y me
comentaba que en sus viajes por América Latina, en donde desarrolla gran parte
de su labor profesional, le preguntan constantemente por Cádiz. Veracruz y
Puerto Rico eran los últimos lugares en los que le habían comentado “¿qué pasa
en Cádiz?, queremos saber y tener contactos con esa ciudad de nuevo”. Muy
sintomático de que el eje americano no se trabajó en toda su potencialidad, no
guste o no esto es un hecho. Preguntan por Cádiz en América y no hay más
respuesta que la ausencia. Oportunidad perdida.
Cuando hube de comentarle como nos fue en
nuestro Doce, sobre cual fue la mayor frustración personal, el proyecto que
creo más daño nos hizo no sacarlo adelante fue el de el Memorial de las
Libertades, Faro en sus últimas versiones, el que tenía por objetivo hacer de
nuestra ciudad un referente en la historia del constitucionalismo, un
laboratorio y centro de estudios y reflexión sobre esta materia en los ámbitos
latino y mediterráneo, colocar el nombre de la ciudad en la globalidad unido a
los conceptos de democracia, libertad y soberanía popular. Una gran
oportunidad, un potencial único, un poderoso legado perdido por los temores de
las administraciones, la cicatería de pequeños grupos que se representaban solo
a ellos mismos y la incapacidad de explicar a la sociedad el proyecto. Falta de
generosidad, de valor y de inteligencia, una combinación que arruinó una manera
de sacar a Cádiz del bloqueo en el que malvive los últimos años, ya demasiados.
Opino, a la luz de la actualidad, que si ese Memorial estuviese en activo y
fuerte, Cádiz hubiera acogido en sus instituciones museísticas al menos una
parte del tesoro del Nuestra Señora de las Mercedes o, por
poner otro ejemplo, algún protagonismo tendría en el actual proceso de paz de Colombia.
¿Pero
es una oportunidad que se nos haya ido para siempre? Sin duda que no. La Constitución de Cádiz de 1812 no se agotó en el 2012. Es un hecho histórico y
político de primer orden que se proyectó de diversas maneras durante muchos más
años y fuera de nuestras fronteras actuales. Hablamos de un acontecimiento de
modernidad política con un impacto global en su época. Y si lo fue entonces por
qué no puede volver a serlo ahora, ¿qué impide volver a retomar su legado en
estos tiempos en que necesitamos impulsos potentes para volver a ilusionarnos y
pensar en que tenemos futuro como ciudad y como sociedad contemporánea? El
urbanista Jordi Borja afirma que “necesitamos un pasado que fundamente un
proyecto para el futuro y que dé sentido
al presente”, una idea que nos vendría muy bien aplicarnos. Cádiz tiene un
enorme y rico pasado en el que brilla la primera constitución de España y del
mundo latino, un hecho que posee aun la suficiente fuerza conceptual y
actualidad como para fundamentar ese proyecto de futuro que precisamos. Si
necesitamos un nuevo plazo para trabajar, esta vez muy en serio, basta recordar
que en 2020 retorna nuestra constitución de la mano del general Riego. Sólo una
apostilla, que ahora sea la sociedad civil la que asuma el protagonismo y la
dirección. Las administraciones que hagan la tarea.
Luis
Ben. OIKÓS, Observatorio Andaluz para la
Economía de la Cultura y el Desarrollo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)